La familia de los Italjet Dragster crece con este 300, un scooter de media cilindrada con más potencia que sus hermanos menores y más deportiva si cabe. Al más puro estilo Italjet, el Dragster 300 hace una declaración audaz con características técnicas exclusivas. No puede faltar su robusto marco enrejado de tubos de acero, pero para este modelo han renovado su frontal, más voluminoso y con apéndices a lo ‘alta competición’ en la zona baja para rematar su agresivo y deportivo aspecto. En cuanto a su motor, es un monocilíndrico de 278 cc que da una potencia de 23,8 CV (17,5 kW) a 8.250 rpm, y un par máximo de 26 Nm a 6.250 rpm. Unas cifras que, sumado a su rebajado peso en seco de 128 kg, lo convierten en un scooter de competición, más que digno para circuitos. Respecto a su parte ciclo, dispone del sistema patentado de dirección independiente, con amortiguadores tanto delante como detrás y su particular brazo delantero con el que ya sorprendieron al mundo en la década de los 90. En cuanto a frenos, dispone de un disco delantero de 240 mm y trasero de 175 mm, mordidos por pinzas Brembo y con ABS. Su rueda delantera es de 12″, mientras que la trasera es de 13″, ambas combinadas con neumáticos de calidad. Sobre sus dimensiones y capacidades, es un scooter bastante accesible, con un asiento a 770 mm del suelo, y bastante reducida entre ejes (1.345 mm). Sobre su capacidad de combustible, la marca informa que tiene 11 litros. Más que suficiente para hacer tandas. Este Italget Dragster 300 supone la opción más radical para los usuarios de scooters que den el salto a las motos A2 y busquen la más deportiva de todo el mercado. Además de dos combinaciones de color muy llamativas, podemos elegir la versión Malossi (7.099 €)